La comida casera para bebés se ha hecho cada vez más popular en los últimos años, ya que es una forma estupenda de introducir a los niños en nuevos sabores y texturas a través de alimentos frescos y saludables.
La elaboración casera de alimentos infantiles permite ofrecer una mayor variedad de alimentos con ingredientes frescos y locales. Teniendo esto en cuenta, la comida casera para bebés es una gran opción para los padres que quieren ofrecer alimentos sanos y nutritivos a su bebé.
Conservación de la comida casera para bebés
¿Cuál es la opcion mas practica para la comida casera para bebés? :
- * 24-48 horas en el frigorífico
- * 3 meses en el congelador
- * 12 meses si los tarros están esterilizados
Etapas de la conservación de tarritos pequeños
1/ Los recipientes
La elección del recipiente para los tarros caseros es importante para garantizar una conservación óptima de los alimentos. Suelen recomendarse los recipientes de vidrio, ya que no son tóxicos y pueden esterilizarse. Los recipientes de plástico también son una opción popular, pero es importante elegir recipientes sin BPA.
2/ Esterilización
Antes de llenar los recipientes con alimentos, es importante esterilizarlos para eliminar posibles bacterias. Los recipientes de vidrio pueden esterilizarse sumergiéndolos en agua hirviendo durante 10 minutos, mientras que los de plástico pueden esterilizarse sumergiéndolos en agua y vinagre blanco a partes iguales durante 15 minutos.
3/ Llenado
Al llenar los tarros caseros, asegúrate de dejar aproximadamente 1 cm de espacio entre la tapa y el alimento para permitir la expansión en caso de congelación. Etiquete cada tarro con la fecha de preparación y el contenido para facilitar la rotación de las existencias.
4/ Refrigeración
Si tiene previsto consumir los tarros en un plazo de 2 a 3 días, puede guardarlos en el frigorífico. Asegúrese de que el frigorífico esté a menos de 4°C.
5/ Congelación
Los tarros caseros pueden congelarse hasta 2 o 3 meses. Asegúrate de congelar los tarros lo antes posible tras su preparación para garantizar la mejor calidad. Etiquete cada tarro con la fecha de congelación y el contenido. Para ello le ofrecemos etiquetas totalmente borrables. Puedes escribir en la etiqueta la cantidad de puré, la fecha de congelación y el contenido. Una limpieza rápida con una esponja y agua caliente y la etiqueta quedará como nueva. Dependiendo del rotulador utilizado, se recomienda usar alcohol de quemar para borrar lo escrito.
6/ Descongelación
Cuando vayas a utilizar los tarros congelados, colócalos en el frigorífico para descongelarlos. Evite descongelar los tarros a temperatura ambiente o en el microondas, ya que esto puede favorecer el desarollo de bacterias.
Descubra nuestras etiquetas borrables para marcar alimentos infantiles
Etiquetas personalizadas para marcar tarros caseros
Las etiquetas personalizadas para marcar tarros de puré y compota caseros son una forma estupenda de marcar la comida casera. Estas etiquetas permiten identificar el contenido del tarro, así como la fecha de elaboración.
Nuestras etiquetas personalizadas para potitos son autoadhesivas y se pueden borrar, lo que le permite borrar y volver a escribir en ellas sin tener que tirar el tarro o comprar etiquetas nuevas. Puedes escribir el nombre del alimento, la fecha de preparación, el tamaño de la ración o la fecha de caducidad.
¿Cómo se calientan los potitos?
Hay varias formas de calentar los potitos:
1/ Al baño maría: coloca el potito en un recipiente con agua caliente, asegurándote de que el agua no toque la tapa ni el contenido del potito. Calienta el potito a fuego medio hasta que alcance la temperatura deseada.
2/ Microondas: retira la tapa del tarro y caliéntalo durante 15-20 segundos a potencia media. Comprueba la temperatura del contenido antes de dárselo al bebé.
3/ Calienta biberones: utiliza un calienta biberones para calentar el tarro siguiendo las instrucciones del fabricante.
Es importante comprobar siempre la temperatura del contenido antes de dárselo al bebé. Asegúrate de que el contenido del potito no está demasiado caliente removiendo y probando la temperatura en tu muñeca. Nunca recalientes un potito que ya se haya calentado una vez, y no lo dejes a temperatura ambiente durante más de una hora después de calentarlo.
